En el Día del Abogado repasamos algunas de sus funciones y desafíos, su rol en la sociedad, la importancia de cada área del Derecho, su complementariedad; y su relación con la vida de los ciudadanos.
Por Elena Belletich Ruiz. 02 abril, 2022.El 2 de abril se celebra el Día del Abogado en el Perú, una fecha propicia para reflexionar y “destacar el rol fundamental que cumplen los abogados en nuestra comunidad, no solo en la base del sistema de justicia sino, también, en muchos aspectos relacionados con la cultura, la economía y la política”, como señala el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Piura, doctor Ernesto Calderón.
Para el jurista, un desafío de los abogados, de especial relevancia en los tiempos actuales, es “lograr que el sistema de justicia del país funcione de acuerdo con las expectativas de los ciudadanos”, e indica que “el abogado del presente, y el del futuro, debe cambiar su forma de pensar, de modo que sepa mirar alrededor, y tomar decisiones en beneficio de la sociedad”.
Las ramas del Derecho y la sociedad
En el Día del Abogado también es importante resaltar el rol de cada uno de los especialistas en las diversas áreas del Derecho y ver cómo estás se complementan para procurar que el sistema de justicia funcione bien.
Así, “saber de Derecho constitucional es de primera importancia para un abogado que quiera realmente servir a la justicia”, indica el profesor del área de Derecho Constitucional de la UDEP, doctor Luis Castillo. Explica que “la Constitución reconoce y regula de modo básico los distintos bienes humanos que le son debidos a la persona. Bienes como la vida, la libertad, la igualdad, que son necesarios para el pleno desarrollo de todas las personas por igual. Desde la Constitución, estas exigencias de justicia se irradian a todo el sistema jurídico nacional. Saber interpretarlas y aplicarlas es decisivo en toda operación jurídica para asegurar la justicia de toda decisión”.
En cuanto al Derecho Laboral, la doctora Ana Cecilia Crisanto indica que este surgió “para recordarnos que el trabajador, de manera individual o colectivamente organizado, merece un trato digno y justo al realizar sus labores o funciones. Para ello, el Derecho laboral establece un equilibrio entre las necesidades y facultades directivas de los empleadores y las necesidades de los trabajadores, promoviendo así la generación sostenida de empleo y de riqueza, así como el desarrollo personal, familiar y profesional de los trabajadores”.
Del Derecho Penal y procesal penal se oye hablar continuamente, por ejemplo, cuando se aborda la delincuencia, criminalidad organizada, privación de la libertad, etc. En este sentido, el doctor Ronald Vílchez, especialista en esta área, indica que “en tiempos de crisis, como los de ahora, parece que lo más apropiado es recurrir a medidas drásticas que permitan combatir, «de una vez y por todas», los males que nos acechan. De ahí que se piense que el camino es el Derecho penal”. Sin embargo, advierte, hay que tener cuidado “pues las respuestas jurídicas-penales y procesales no se imponen atendiendo a qué le gustaría a la población que pasara con cada caso concreto. Sino, por el contrario, en función de unos requisitos legales y garantías, observando, también, por ejemplo, los pronunciamientos tanto de la doctrina como de los tribunales. Por ello, es importante que esto se conozca y se aplique”.
Por otra parte, el Derecho Administrativo “impone un orden jurídico sobre la organización administrativa y sus distintas actividades, muchas de ellas esenciales para satisfacer un sinfín de derechos constitucionales y necesidades vitales de los ciudadanos. Su importancia es creciente debido a que la administración pública es la organización del Poder Público socialmente más importante, que está presente en todo el ciclo del desarrollo de una persona, con lo cual, se produce una masificación y sectorialización de esta ciencia jurídica (evidente en las últimas décadas) colocándola casi como uno de los ejes de la vida jurídica de una nación”, detalla el doctor Orlando Vignolo, docente de esta área.
Son diversas las ramas del Derecho y, por ende, de los profesionales que ejercen esta carrera: Derecho mercantil, fiscal, familiar, civil, tributario, y otras. Como sea, ninguna de ellas solucionará mágicamente las deficiencias de las instituciones, de los ciudadanos y, “si queremos luchar contra las distintas formas de delincuencia debe existir una lucha seria, frontal y con voluntad de cada uno de nosotros”, como indica el doctor Vílchez.
Podemos concluir con estas palabras del doctor Guillermo Chang, profesor del área de Derecho Administrativo de la UDEP: “Se dice que el abogado es un mal necesario, pero en el fondo no lo es. Es una ayuda en muchos actos que son relevantes para las personas: trámites para comprar una casa, un auto, para hacer un contrato, alquilar un bien y en áreas más complejas como temas mineros, financieros, bursátiles o AFP. De igual forma, los negocios y el cuidado del bien común también tienen que ver con el derecho. La carrera de Derecho es sin duda una de las más necesarias en la sociedad. Es más bien un punto de partida y no de llegada, por el número infinito de ramas a las que se puede dedicar un abogado. Esta carrera lo que hace es formar la cabeza de los abogados para pensar y desarrollarse en muchas actividades”, acota.